Desde el congreso de Camerún hemos celebrado las siguientes actividades regionales:
Lamentablemente, el plan de trabajo no se ha llevado a cabo debido a la falta de fondos para la formación y el apoyo a los programas locales de Pastoral Penitenciaria.
África es un continente con un total de 52 naciones, todas ellas independientes. Debido a su bajo nivel de desarrollo económico, el continente se enfrenta a una serie de retos, y la población se esfuerza por vivir y sobrevivir.
Por este motivo, varios gobiernos han creado centros penitenciarios para tratar a los infractores de la ley y el orden. A los delincuentes se les ingresa para castigarlos o para rehabilitarlos.
Es entonces cuando intervienen una serie de personas e instituciones para ayudar al delincuente a cambiar su comportamiento y volver a llevar una vida honrada.
La capellanía es uno de los principales instrumentos que utilizan los regímenes penitenciarios para reformar a los delincuentes que cumplen condena por delitos cometidos en el pasado.
Los capellanes pueden trabajar en las cárceles como funcionarios remunerados por el gobierno o como voluntarios que ofrecen servicios gratuitos apoyados por sus comunidades religiosas. Ofrecen asesoramiento espiritual y psicológico a los reclusos para su rehabilitación.
Nuestra visión se basa en la creencia de que todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y que el delito cometido sólo distorsiona la intención original de Dios de que el hombre viva una vida perfecta y santa. El papel de los capellanes, por lo tanto, es recuperar esta imagen perdida y permitir que el delincuente recupere su dignidad perdida.
Los capellanes también sensibilizan a las comunidades eclesiásticas a través de programas de divulgación y acompañan a los reclusos liberados de vuelta a sus hogares para facilitar su reintegración.
Facilitamos la reagrupación familiar cuando es posible y ponemos en contacto a quienes están preparados con organizaciones que pueden ofrecerles facilidades de crédito para poner en marcha negocios o darles herramientas para iniciar talleres.
Aunque los gobiernos ofrezcan oportunidades de formación formal y profesional, siempre hay problemas de material, por lo que en muchos países la capellanía subvenciona donando el material y las tasas de examen para su formación. Entre los oficios que se pueden rehabilitar están la sastrería, la panadería, el tejido, la jardinería, el arreglo de zapatos, etc.
En algunos países, los capellanes voluntarios y los médicos que trabajan en la capellanía también subvencionan la atención médica y las comidas prescritas a los reclusos enfermos.
Debido a las malas condiciones de las cárceles, algunas capellanías construyen aseos y otros servicios sanitarios para los presos.
También se han habilitado capillas en las prisiones gracias a la buena voluntad de los donantes que acuden a la prisión a través de la capellanía, lo que ha proporcionado un entorno propicio para la evangelización y la administración de sacramentos y otros ritos.
También facilitamos representación legal gratuita a los reclusos que no pueden permitirse un abogado, solicitando a abogados católicos que ofrezcan servicios probono.
Fr. Peter Kimani - ICCPPC ÁFRICA