Capellanía penitenciaria y diplomacia de la ONU


Visita a una reunión de la ONU en Viena (26-29 de mayo de 2023)

 
Wien plenum
 

En Viena, las Naciones Unidas cuentan con una oficina de lucha contra la droga y el delito. Se trata de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). A esta oficina pertenece la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal (CCPCJ).

Una vez al año, esta comisión invita a los Estados miembros y a miembros de organizaciones no gubernamentales (ONG) a una reunión en Viena. Cada año, el ICCPPC también es invitado junto con la IPCA (Asociación Internacional de Capellanes de Prisiones). Este año, como representante europeo de la ICCPPC, representé a la capellanía católica de prisiones.

En la sesión plenaria, los representantes de los Estados miembros se sientan unos junto a otros por orden alfabético. Casi todos hablan -más o menos bien- inglés. Sin embargo, también se admiten otras lenguas: francés, español, árabe, ruso y chino. Las cabinas de los intérpretes están situadas en cabinas de cristal a bastante altura sobre el podio de la reunión. Detrás de los Estados miembros se sientan los representantes de los Estados "especiales". Así ocurre que el representante de la Santa Sede se sienta junto a un representante del gobierno palestino. Las ONG completan las últimas filas.

En un lenguaje diplomáticamente perfecto, con expresiones faciales amables, gestos de invitación y formas de dirigirse extremadamente educadas, las personas bien vestidas tratan temas en los que es necesario hablar o actuar. Se trata sobre todo de cómo prevenir la delincuencia o de cómo hay que cambiar o mejorar el sistema penal. Este año se ha hablado de las vías de fuga y la trata de seres humanos, de la delincuencia transnacional, de la muerte en prisión, de las cárceles superpobladas, de la posibilidad de que todos tengan un abogado defensor, de la reforma de la justicia penal, de las tendencias mundiales en las prisiones, de la práctica de los matrimonios infantiles, de la mutilación genital femenina, del encarcelamiento de mujeres en Irán... Pero también se habló de las Reglas Nelson Mandela, los principios mínimos para el tratamiento de los reclusos, o de las Reglas de Bangkok de la ONU, las normas de Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas. Ambos principios fueron adoptados por la Asamblea General de la ONU en años anteriores.

En la sesión plenaria de la Comisión en Viena, las ONG escuchan y pueden hacerse una idea de qué Estados están presentes, hablan y qué preocupaciones ponen sobre la mesa. Me sorprendieron los proyectos de Kirguistán, Turkmenistán o Kazajstán. Me pareció interesante el gran compromiso de Tailandia, donde hay un "Instituto de Justicia" que parece muy activo. Pero las ONG de Pakistán, Irán, Líbano, Filipinas o Camboya también hicieron que Asia pareciera muy presente. En cambio, era de esperar la influencia de Estados Unidos o el peso de Sudáfrica y quizás Kenia para el continente africano. En cuanto a Europa, fueron los países escandinavos los que aportaron una clara contribución. Además de escuchar, durante las pausas era posible acercarse a representantes concretos para establecer o mantener contactos o mediar.

Antes de las sesiones plenarias y durante la pausa para comer, se celebraron los llamados actos paralelos. Las ONG se reúnen entre sí o con Estados miembros concretos para presentar un tema específico durante una hora. La mayoría de las veces, la atención se centra también en las "mejores prácticas" en relación con los problemas abordados. Allí puedes enterarte de que en Dinamarca hay un instituto contra la tortura que también se ocupa de las cárceles superpobladas. O puedes escuchar a un empleado del Ministerio de Justicia de algún estado hablar de un determinado problema y ponerle en contacto con la capellanía de prisiones de ese país. Otra ONG, Penal Reform International, que tiene su sede en Londres, se ocupa de la cuestión de la muerte en prisión y ha publicado un folleto sobre el tema. Quienes busquen más material o quieran implicarse en este tema pueden ponerse en contacto con ellos.

Con tantos temas, apretones de manos, intercambios de tarjetas de visita, búsqueda de salas, abreviaturas e idiomas extranjeros, uno puede marearse. Si se quiere aprovechar bien la invitación anual, hay que estudiar detenidamente el programa de antemano y concentrarse en temas o personas concretas. Es bueno unir fuerzas con otros actores para fijar objetivos comunes y posiblemente -con meses de antelación- organizar un acto paralelo. Algunos actores importantes para el ICCPPC podrían ser: IPCA, la Santa Sede (representada por la Secretaría de Estado), otras ONG del ámbito religioso o de los derechos humanos, o Estados individuales con los que se encuentre o se quiera establecer un terreno común en materia de justicia.


Doris Schäfer, ICCPPC representativa de Europa